dimarts, 7 de novembre del 2017

vOMitO cORaZoNeS




El maldito frío ha llegado de golpe, casi sin avisar. Ocupa un lugar privilegiado en mi interminable lista de odios vitales. Eso, y la oscuridad a media tarde provocada por el estúpido, innecesario y contraproducente cambio de hora, que me hace gastar más luz (contrariamente a lo que nos quieren hacer creer). Odio esta época del año con todas mis fuerzas. Quizás sea por la convulsa realidad exterior, pero creo que también vivo convulsiones internas. La semana pasada, al salir de uno de los documentales del In-Edit, quedé con E-Rizada. Fuimos a tomar algo, y acabamos tomándonos el uno al otro. Creo que ambos sabemos que no es más que entretenimiento y parche de nuestras respectivas soledades, y prefiero que sea así. Estoy en fase de alerta 1 de ultraescepticismo emocional. Estoy harto de la eterna sensación de rechazo, básicamente. O de incompatibilidades temporales en el florecer de sentimientos.

También estoy muy activo en las salas de conciertos. Mañana vuelvo a ver a la deliciosa Aldous Harding. La semana pasada fui a Julie Byrne (me encantó!) con La Chica Del Ex-Novio Imaginario, y luego estuvimos tomando algo en el Psycho. Me gusta, es innegable. La deseo, es innegable. Ella no parece querer, es innegable. Tengo pendiente preguntarle el por qué, y necesito hacerlo. No sé si es simplemente que no le gusto y ya está, que no quiere volver a liarse con alguien del curro por una mala experiencia anterior que tuvo meses atrás, o si es porque sabe que yo sigo sin hacer limpio de La Chica Con Pelo De Chico. Estuve con ella en el concierto de Cala Vento y The Unfinished Sympathy. Y pasó lo que pasa siempre desde hace unos meses. Estamos genial, nos lo pasamos bien, pero ella lleva el freno de mano puesto y tiene miedo (pánico, diría) a dejarse llevar. Y yo me dejo llevar y no soy capaz de poner el freno de mano, porqué no quiero reprimir lo que siento por ella. Y estoy hasta las narices de esta historia de tempos disfuncionales.

Cuando la acabé dejando en el metro, me sentía tan frustrado que me fui a hacer una copa antes de irme a dormir. Y apareció revoloteando por allí una andaluza borracha, y me pudieron las ganas de venganza vital, cuando ni tan siquiera me gustaba en realidad. Tenía un punto divertido, sí, pero también una obsesión ridícula con su aspecto físico, y presumía de tener novio y amantes. No sé por qué narices me la traje a casa. Me puso nervioso su falta de respeto a los vecinos poniendo música alta, que yo bajaba inmediatamente. Y también que hiciera tantas preguntas sobre quién era o dónde trabajaba. Si quiero sexo de una noche, no necesito saber nada de la otra persona. Me jodió los minialtavoces que tan bien suenan al tirarlos al suelo torpemente. Y yo con La Chica Con Pelo De Chico aún en mi cabeza, y por mucho que me insistiera en quedarse y en las ganas que tenía, la acabé invitando a salir de mi cama, vestirse e irse de mi casa (no de malas maneras, pero sí con todas las ganas de quedarme solo). Me dio su teléfono, pero no tengo ninguna intención de llamarla. Que se quede con su novio y sus amantes, sean reales o inventados. Me sacó bastante de quicio su carácter impertinente y vanidoso, y suficiente tenía yo ya con lo mío como para aguantar mierdas ajenas. Fui el primer culpable de la situación porqué no debería haberle dicho de venir conmigo, y me jode caer en estas dinámicas vengativas, producto de la propia frustración. Pero ella no ayudó tampoco.

Siento rabia. Por todo. Porqué nunca nada me funciona en este ámbito. Por este sentimiento de incapacidad en la gestión de emociones. Harto de sentirme patito feo o bicho raro. Harto de que a todo el mundo le resulte todo tan fácil. Cansado de miedos ajenos y de fracasos propios. Hasta los huevos de corazones y sensibilidades que duelen. De rechazos que me ponen a la defensiva. Sólo tengo ganas de ser cínico y cagarme en el amor, por muchas canciones bonitas que se crucen por el camino.






2 comentaris:

Desbordamientos Puntuales ha dit...

Siento mucho que lo de la Chica Del Pelo De Chico no termine de cuajar. Me da mucha rabia que algo que para ti podría ser una vivencia preciosa y plena, se convierta en fuente de frustración. Me empieza a caer fatal esa chica... En fin, te mando todo el ánimo del mundo y te agradezco enormemente que me hayas descubierto a Julie Byrne. ¡Madre mía, qué preciosidad!

dEsoRdeN ha dit...

Gracias :) Mientras nos quede la música, nada nunca será tan grave como parece