dilluns, 4 de setembre del 2017

nO Me guStA SePTieMbRe




Llueve de madrugada. El verano empieza a oler a otoño y no me gusta nada. El otoño es mi segunda estación más odiada del año. Resulta deprimente. Los días se acortan, se pierden horas de luz, baja la temperatura, la gente pierde la energía y vitalidad veraniega, y salir entre semana se convierte en cosa de 4 gatos heroícos que nos resistimos a la vulgaridad otoñal. Otoño es como estar en coma, antes de la muerte invernal. Primavera es renacer, y verano es VIDA. Podría vivir perfectamente siempre en verano. En mi mes de vacaciones, concretamente.

La temporada que empieza es la menos estimulante de la historia en mi curro. El 95% de la empresa está igual, lo cual dice muy poco a favor de los que la dirigen. O mucho a favor, si su verdadero objetivo es acabar con ella y que cierre. Todo podría ser, y de la gente que nos dirige me lo esperaría todo. Suerte de los soldados rasos, que lo hacen todo un poco más llevadero. El miércoles fuimos unos cuantos a cenar, y luego 4 me sobrevivieron para ir a beber, charlar, reír y bailar. Lo que más me gusta en la vida, vaya. Una de ellas era La Chica Del Ex Novio Imaginario. Seguimos en ese proceso de acercamiento y empatía por despechos (respectivos), y admito que me atrae bastante. Todavía no he aclarado del todo si me atrae toda ella, si es algo más bien puramente físico, o si me atrae con cierto morbo la posibilidad de estar con ella. Y tras varios escarceos y algún pico inocente que le robé una de las últimas veces que nos hemos visto, tampoco tengo claro si su negativa es simplemente porqué no le atraigo, porqué tuvo una mala experiencia con otro compañero de curro y no quiere volver a jugar en ese terreno, o porqué sabe que yo estoy con el sí pero no con La Chica Con Pelo de Chico (nos lo hemos contado todo últimamente, y de ahí nuestra empatía de rechazados). Hace poco nos preguntaron si éramos pareja, y algún compañero de curro también ha hecho alguna broma al respecto, y reconozco que me gusta la ambigüedad que despertamos en ojos ajenos. Y también me pone la posibilidad de que se hiciera realidad. Aunque también sé perfectamente que si La Chica Con Pelo De Chico abre los ojos y se quita los miedos de una vez, no tendría ojos para otras. No es ningún secreto que me pirran las mujeres, pero tengo claro que si realmente consigo a la que me gusta, no juego a más bandas. Mientras no haya una definición, en todas las que haga falta, porqué sólo se vive una vez. La regla sagrada es ir de cara, ser honesto y no engañar. Y apechugar con lo que eso conlleva.

Anoche al salir del trabajo tenía que ir con más gente a los conciertos gratuítos de la fiestas de una localidad de las afueras de diSoRdErLand. No hubo quorum, así que le dije de hacer una cerveza a la única chica que había mostrado interés en ir. Ya hace un tiempo que A&Bigua y yo parecemos llevarnos bien y conectar, navegando en una cierta ambigüedad respecto al interés mútuo. Quedó con una amiga suya asturiana, y yo me uní después de pasar por casa, pegarme una duchita y cenar algo rápido. Mientras iba a su encuentro, me escribió diciéndome que se dirigían a un bar pijo apartado en el puerto. En el quinto coño. Todo pintaba fatal, y la verdad es que al llegar me sentí totalmente desubicado: música electrónica chunga, gente que tenía muy poco que ver conmigo, go-gos (de ambos sexos), copas carísimas... a pesar de todas estas adversidades, la verdad es que lo pasé bien porqué la compañía era grata. Su amiga asturiana me acercó en coche cerca de casa, y esta noche A&Bigua me ha enviado fotos y videos y hemos estado whatsappeando un rato. Es muy maja, aunque tampoco tengo la sensación de que vayamos a conectar de manera mágica. Nunca se sabe, pero mi intuición suele ser bastante acertada. Posiblemente nos hagamos cuenta compartida de Netflix, si nos convence a ambos cuando lo miremos con calma. También esta noche La Chica Con Pelo De Chico me ha escrito ya de vuelta en casa, tras su fin de semana madrileño (el que me invitó a compartir con ella). Dice que se lo ha pasado muy bien y que le ha servido para cargar pilas. Ojalá fuera en el sentido que pienso, aunque lo dudo. Veremos hacia dónde deriva todo. Yo sigo escuchando bastante a los Smiths, entre muchos otros...