dimarts, 26 de març del 2013

uNoS pOCoS bACiLoCOcoS locOs



Vahos de eucaliptus, zumo de naranja y Frenadol; sopa caliente, Vicks y un rollo de papel acompañándome arriba y abajo por todo el diSoRdEr's Palace. Planes que se deshacen como un flan, magulladuras bacterianas, y un pijama adherido como si fuera una capa más de tu propia piel. Una manera como cualquier otra de empezar tu dEsoRdeNado fin de semana intersemanal. Grifo nasal mutando a tos, y un único deseo: normalidad. Eso que pasa desapercibido como la típica persona en la que nadie se fija, pero que cuando te falta, parece convertirse en el amor de tu vida. El que fue el mío no ha contestado a mi mensaje, y no sé si será porque no fui a su cena de cumpleaños. Ni mi cuerpo ni mi mente estaban para muchos trotes (nunca lo están en mis nuevos sábados noche), y supongo que el recuerdo de su plantón en mi último aniversario ayudó, inconscientemente, a decantar la balanza. Nunca he sido yo de muchos equilibrios, aunque quizás sí algo equilibrista. La putada es que nunca me acuerdo de mirar primero si debajo hay red. El ser humano es eso tan fascinante capaz de generar la misma cantidad de kilos de mucosidades que de ideas brillantes, surrealistas o atroces. Una variedad de registros infinita. Yo creo que tengo madera y potencial para convertirme en un ser fantástico, pero no acabo de encontrarme. A veces da vértigo buscarse. Y, con el vértigo, volvemos a estar encima del alambre, como en aquellas imágenes de TV que tanto me impactaron de niño: un tipo que quería cruzar entre dos rascacielos, con la única ayuda de una pértiga horizontal para aguantar el equilibrio, y empezó a soplar el viento, y... no recuerdo exactamente si acabó cayendo. Creo que sí, porqué me suenan imágenes de sirenas y ambulancias. De pequeño tenía imágenes y fantasías algo macabras que afectaban a mis seres queridos, y últimamente he vuelto a tener algunas. Es puro miedo a la pérdida, lo sé. Y también al dolor, y a mi hipotética incapacidad de soportar algo así. Hasta el día que en la escuela no enseñen educación emocional, no creeré en este sistema podrido, qué queréis que os diga...


La AMO; con todas sus letras y matices...


dimarts, 19 de març del 2013

dE iNfLueNCiAs y OmbLigUiSMoS





Eres el mejor, dESoRdeN. ¿O quizás era Cienfuegos? Hiperactividad de provecho incierto, a ojos de muchos. Pero a ti te gusta reírte de ellos a través de ti. O quizás debería decir a través de tu personaje. Todos tenemos uno. A veces construído a conciencia, y a veces no. Incluso hay quien tiene un personaje impuesto a la fuerza por los demás, y no es capaz de quitarse esa máscara de goma inquitable. Me gusta mearme en la mediocridad humana, y a veces ése es un ejercicio que tiene algo de autolluvia dorada. ¿Conoces el sabor de tu propia orina? Da asco y morbo a gotas iguales. ¿Escatológico? Soy catológico. Un ser ilógico en este inmenso zoológico. Cuanto más me gusto por dentro, menos me ocupo por fuera. No sé si eso es estar de vuelta de todo, o pura excusa para dejarse ir.  A mi me gusta reinventarme, porqué todo me aburre. Empezando por mí mismo. Y por eso lo quiero todo y lo quiero ya. Porqué quizás 3 segundos más tarde ya me haya cansado. Si me canso a mí mismo, ¿no me van a cansar los demás? Intento hacer cosas, para que lo que hay alrededor vaya cambiando y no me aburra tan rápido. Me gusta sentirme demiurgo y provocar que las cosas muten. Y esa fantástica sensación algo (mucho) egocéntrica de haber influído; de haber participado y contribuído a que las cosas a tu alrededor hayan ido como tú querías que fueran. Aunque sólo seas una pequeña mariposa que revolotea las alas a este lado del planeta, antes de provocar el terremoto en las antípodas. Hay quién no resiste la presión de tamaña responsabilidad. Yo prefiero ser despreocupado, espontáneo y algo ingenuo, pero no como sinónimo de estúpido. Sino lo mismo, pero todo lo contrario. Me molesta sentirme controlado. Y a veces opto por falsear realidades de Orwell, y beberme la pócima de la invisibilidad virtual. Me pone muy violento el egoísmo incívico de los demás. Como los subnormales de delante que tienen música alta + ventana abierta a las 2 de la mañana. También voy cargando la mochila del odio con los amargados que pagan sus frustaciones y sus miedos a cuenta de los demás. Tal faràs, tal trobaràs... el edificio en ruinas es la metáfora perfecta. Y se intuye un maremoto a la vuelta de la esquina, y yo ni tan siquiera me he puesto el bañador. Quizás debería hacerle caso a la canción, y ordenar al fin mi vida. ¿Pero, qué queréis que os diga? Es que eso no me lo creo ni yo...




divendres, 15 de març del 2013

cÓMpLiCeS dEL dEsoRdeN nº nO-sÉ-CuANtOs




Hacía un montonazo que no hacía un post de cómplices del dEsoRdeN, así que he perdido la cuenta completamente. Antes que nada, aclarar que la foto del concierto de anoche de Beach House no es mía. La encontré por internet, me encantó, y la copié, pero no caí en mirar a quien se la estaba robando para citar la fuente. Si por aquellas casualidades de la vida, vas a parar por azar a este blog y ves tu foto, entenderé que pienses "este cabrón, menudo chorizo; y seguro que es de esos que luego raja del PP y compañía...". Pero, en el fondo, piensa que te estoy haciendo un homenaje porqué me gusta mucho esta foto (bueno, al menos eso es lo que dicen los grupos de hoy en día que fusilan canciones del pasado sin ningún tipo de manías...).

Pero bueno, a lo que iba, algunos de los últimos cómplices dEsoRdeNados: empiezo por el bolazo de anoche. Y es que, aunque no hay manera de que toquen mi favorita 'On The Sea' (les he visto 5 veces, pero todavía no ha caído esa breva...), Beach House han llegado ya a un punto en que sus shows han crecido considerablemente (por ejemplo, pienso en la primera vez que les vi, en el Apolo 2): intensidad musical, cuidada estética de escenario y luces, emoción contagiosa en cómo viven los conciertos Victoria y Alex, y esas atmósferas que hacen que flotes en la ingravidez...


Un nuevo cómplice lo descubrimos justo antes. Y es que siempre es una agradable sorpresa encontrarte de morros con un telonero que te deje con la boca abierta y te robe una sonrisa con sus monólogos de geniecillo loco. Ladies and gentlemen, mr. Marques Toliver...


Otro nuevo descubrimiento, que me llega gracias a Hermano-Ficticio-R. Su disco saldrá en mayo, está producido por mr. Dan Auerbach (el cantante de Black Keys), y huele a the next big thing del neo-soul con aires de aridez blues-rock. Ojo a su particular voz, y a su imagen icónica: mrs. Valerie June:


Y acabo con unos clasicotes: Suede. Una de mis bandas preferidas de todos los tiempos, con sus tres primeros discos en mi olimpo particular del pop británico. Es verdad que se fueron difuminando, hicieron muy bien en separarse, y no tengo muy claro que hayan hecho bien en volver. Pero admito que en su nuevo disco hay un mínimo de 4-5 canciones muy resultonas (quizás sea la nostalgia, lo sé), y un auténtico hitazo que no puedo parar de escuchar una y otra vez. Dale caña, Brett!!



dimecres, 13 de març del 2013

uN díA dE FuRiA dESoRDeNada





Hoy quería cagarme en los hijos de puta peperos que hicieron posible esa sangría de eufemístico nombre ('reforma laboral'), y también en los más de 11 millones de subnormales que les votaron. Todos vosotros sois cómplices de muchos de los numerosísimos tumores que tiene este país de mierda. Pero a mi el que ahora mismo me duele es uno muy concreto, y que no es más que un ejemplo más de lo mezquina que puede llegar a ser la humanidad. Porqué si tras más de 40 años deslomándote, siendo fiel a una empresa y dejándote la salud (literalmente), un hijo de puta sin escrúpulos puede llegar un día, de sopetón, y decirte que cojas un taxi de vuelta a casa y que no vuelvas nunca más, bajo el miserable argumento que ahora la empresa ya no gana 100 millones anuales sino 90 y hay que recortar personal, ¿en qué coño de selva de tiburones estamos viviendo? Y encima, tras más de 40 años cotizando y pagando impuestos como cualquier hijo de vecino, ahora por la puta sangría deforme laboral le va a quedar una mierda de paro que supera en muy poco el sueldo mínimo interprofesional. ¿Pero qué timo de mierda es éste? Y suerte que han sido previsores, y llevan años ahorrando a costa de privarse de según qué cosas, y el drama será menos. Y en el fondo, si las cosas acaban saliendo bien, celebro que no tenga que madrugar más ni dejarse la salud, y que no vuelva a ver a toda esa gentuza que le ha estado exprimiendo y robando la vida durante más de 4 décadas. Pero os aseguro que ahora mismo me encantaría reventarle los morros a más de uno (y no suelo ser para nada una persona violenta)...

...todo esto como colofón a un día en que yo ya venía calentito por mi propia mierda laboral. Porqué hay cosas que no podré entender nunca, y actitudes que me encienden como el coño de la Mairena. Y me jode la gente que siempre está a la defensiva y se toma cualquier intento de diálogo, punto de vista diverso o aportación personal como si fuera un ataque, o un cuestionar jerarquías y todas esas mierdas en las que no creo en absoluto. No soporto a los que quieren marcar distancias y escalones, como si por tener una función concreta en una empresa fueras una persona superior a mi. Y me revienta la gente incapaz de crear un ambiente agradable y cordial en el que poder trabajar a gusto y decir las cosas abiertamente, sin miedos ni vergüenzas. Y los ineptos que se creen que la disciplina y el cabezacuadradismo va a aumentar mi rendimiento no tienen ni puta idea, porqué están consiguiendo justamente el efecto contrario. Que les jodan. Yo sólo sé que los días que me tocó coger el timón, la gente estaba contenta y feliz, y decían que ojalá fuera siempre así. Y esa satisfacción personal no se paga ni con todos los pluses del mundo...




Por cierto, a los que queríais enterrarles en vida, también os pueden dar un poquito (con cariño, pero sin vaselina...)




dijous, 7 de març del 2013

buCLeS qUe yO Te PiNté


Miel delicia en los labios. Fantasías de paladar. Flor de pasión que no brota, quiste ventricular. Alquiler de microdosis, paraísos que imaginar. Felicidades-yoghourt, fechas de caducidad. Toboganes de rizo francés, vértigos que superar. Se suicidan, boca abajo, frases que no sé enhebrar. Puertas de bus traicioneras; otras por desencallar. Guiños de azar que duelen, butaca en la oscuridad. Risas y miradas cómplices, nunca acaban de explotar. Palabras cerradas en jaula, con llave en el fondo del mar. Ojos ocultos en burkas, que dicen que quieren callar. Yo esperando unas palabras, tú cantándome Disarm...