dijous, 12 d’agost del 2010

eL VaLOr dEL SiLeNCiO




1) Unos vecinos egoístas de un edificio colindante dejan cerrado en el patio a su perro, y el pobre bicho la paga dando por culo a todo el vecindario con sus ladridos nocturnos

2) Un vecino sordo y/o subnormal obsequia a todo el vecindario con las noticias de la radio o sus discos de música clásica a toda pastilla. Nadie le debe haber explicado la existencia de unos aparatos llamados auriculares, la utilidad de ese mecanismo que responde al nombre de volumen, o el uso que se le puede dar a un órgano que tenemos en la cabeza denominado cerebro

3) Un niñato quillo escucha reggeaton infame a través del altavoz de su teléfono móvil en un tren de cercanías. Los que escuchamos música respetando a los demás con nuestros auriculares a un volumen prudente también oímos las interferencias sonoras del cabeza de chorlito, a pesar de estar en el otro extremo del vagón

4) Un acordeonista que pide dinero entra en el vagón maltratando su instrumento y nos impone de manera dictatorial y sin posibilidad de escapatoria sus cacofonías infernales. Los que estábamos escuchando música respetando a los demás con nuestros auriculares a un volumen prudente, los que leían, conversaban o intentaban echar una cabezadita ya no podemos seguir con nuestras actividades por el atropello del Atila sónico.


Son sólo unos pocos ejemplos de algunos de los momentos en que he deseado matar cruelmente en las últimas 24 horas. Después me seguirán preguntando por qué creo que la raza humana merece ser exterminada...








10 comentaris:

moonlight ha dit...

una familia a la platja enlloc de parlar normal es dediquen a fotre crits des del xiringuito que s'han muntat al meu costat, fins a la vora de l'aigua... hostiables!

X ha dit...

¡Más pistolas y menos grafitis! :D

dEsoRdeN ha dit...

hòs-ties, hòs-ties!!!! ;P

Ultraviolencia antilerda!!!!!

:::::: ha dit...

Tu lo sabes bien, apoyo y suscribo cada una de tus palabras. Nosotros podemos querer aniquilar a la raza humana (como deseo ferviente pero irrealizable); sin embargo respetamos mucho más a los otros.

Cuesta tanto ser considerado? No se si resulta que soy una fuckin' individualista, pero si yo respeto a los demás, por qué los otros no me brindan el mismo trato?

Un beso y paciencia, Hermoso.

r ha dit...

creo que somos vecinos

Cleo ha dit...

Pues mi barrio se ha convertido en fantasma desde el 1 de agosto... lo adoro!!!!

Marisela. ha dit...

Bueno, yo en el trabajo tengo que soportar a los 40 siempre iguales de la radio...
Yo metía a todos los canis reggaetoneros en un reformatorio!

ardilla ha dit...

Comparto tu sufrimiento sobretodo en el punto uno. Pobre perritu y pobre yo, joder.
(muchas gracias por el post de berlín! me lo voy a leer ahora mismo, un mes más tarde :D)

Espérame en Siberia ha dit...

¡Tantos idiotas y tan pocas balas!

dEsoRdeN ha dit...

Quizás nuestro problema sea respetar demasiado a los que no se lo merecen, tani. Maldita educación!

Pues mañana paso por tu casa a buscar un poco de azúcar, raquel

quina sort, Cleo! A partir del domingo, el mío va a ser un hervidero de gente, y gente, y gente...

un reformatorio submarino, y con una piedra al cuello, marisela!!!

Admito que, más que por el perro, mi queja era más egoísta, ardilla. Ah! Y aunque ya te sea inútil, espero que hayas disfrutado igual de Berlín!! :)

Demasiadas pocas balas, siberiana!!

aullidos